Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




1 Samuel 25:23

Biblia Version Moderna (1929)

Y cuando Abigail vió a David, dióse prisa para bajar de su asno, y cayó delante de David, sobre su cara, postrándose a tierra.

Ver Capítulo Copiar

12 Referencias Cruzadas  

al día tercero acaeció que, he aquí, un hombre vino del campamento de los de Saúl, rasgados sus vestidos y con tierra sobre su cabeza. Y fué así que al llegarse a David, postróse en tierra e hizo reverencia.

Y cuando aquella mujer de Tecoa habló al rey, cayó en tierra sobre su rostro, haciendo reverencia, y dijo ¡Socorro, oh rey!

Entonces clamó Ahimaaz de lejos, y dijo al rey: ¡Bien está! En seguida postróse en tierra ante el rey, sobre su rostro, diciendo: ¡Bendito sea Jehová tu Dios, que ha entregado a los hombres que alzaron su mano contra mi señor el rey!

Vino entonces Mefiboset hijo de Jonatán, hijo de Saúl, a David, y cayó sobre su faz, y le hizo reverencia. Y dijo David: ¡Mefiboset! Y él respondió: He aquí a tu siervo.

Y como iba llegando David a donde estaba Ornán, miró Ornán, y viendo a David, salió de la era, y postróse ante David, rostro a tierra.

Y aconteció que como ya se iba con él, ella le incitó a que pidiese a su padre un campo; y ella misma se apeó del asno. Por lo cual le dijo Caleb: ¿Qué tienes?

Y aconteció que como ya se iba con él, ella le incitó a que pidiese a su padre un campo; y ella misma se apeó de su asno. Y le dijo Caleb: ¿Qué tienes?

Ella entonces cayó sobre su rostro, postrándose en tierra, y le dijo: ¿Por qué he hallado gracia en tus ojos, para que hagas caso de mí, extranjera como soy?

Fuése pues el muchacho; y David, levantándose de la parte meridional del peñón, cayó sobre su faz a tierra, postrándose tres veces; y ellos se besaron el uno al otro, y lloraron el uno sobre el otro, hasta que David lloró vehementemente.

¶Después de esto levantóse también David, y saliendo de la cueva, dió voces trás Saúl, diciendo: ¡Señor mío, oh rey ! Y mirando Saúl trás de sí, David inclinó la cabeza, rostro por tierra, y le hizo reverencia.

Y, caída a sus pies, dijo: ¡Sobre mí, sobre mí, señor mío, sea esta iniquidad! Permite, te lo ruego, que hable tu sierva en tus oídos, en tanto que escuches las palabras de tu sierva.

Con lo cual ella se levantó, e inclinóse rostro a tierra, y dijo: ¡He aquí a tu sierva, sirvienta para lavar los pies de los siervos de mi señor!




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios