¶Y al sumo sacerdote Abiatar le dijo el rey: Retírate a Anatot, a tus campos; porque eres digno de muerte; pero en este día no te haré morir, por cuanto llevaste el Arca de Jehová, el Señor, delante de David mi padre, y porque tú padeciste en todo lo que padeció mi padre.
Porque de igual manera los hijos de Israel aguardarán muchos días sin rey, y sin príncipe, y sin sacrificio, y sin estatua, y sin efod y sin ídolos domésticos.
Y él se presentará delante de Eleazar el sacerdote, quien inquirirá por él, por medio del Urim, delante de Jehová. Por su respuesta ha de salir, y por su respuesta ha de entrar, así él como todos los hijos de Israel juntamente con él; es decir, toda la Congregación.
¶Entonces dijo David: Jehová, Dios de Israel, tiene tu siervo inteligencia cierta de que Saúl procura venir a Ceila, para destruir la ciudad por mi causa.