Por lo cual David consultó a Jehová otra vez más. Y respondió Jehová, diciendo: Levántate, desciende a Ceila; porque yo entregaré a los Filisteos en tu mano.
Y ACONTECIÓ después de esto que consultó David a Jehová, diciendo: ¿Subiré a alguna de las ciudades de Judá? Y respondióle Jehová: Sube. Y preguntó David: ¿A dónde subiré? Y él le dijo: A Hebrón.
Y consultó David a Jehová, diciendo: ¿Subiré contra los Filisteos? ¿los entregarás tú en mi mano? Y Jehová respondió a David: Sube, que de seguro entregaré a los Filisteos en tu mano.
Entonces David consultó a Dios, diciendo: ¿Subiré contra los Filisteos? ¿los entregarás tú en mi mano? Y Jehová le respondió: Sube, que los entregaré en tu mano.
Dijo Gedeón otra vez a Dios: No se encienda tu ira contra mí, y hablaré solamente una ves más. Ruégote me permitas hacer la prueba solamente esta vez, por medio del vellocino. Ruégote quede seco el vellocino, en tanto que en todo el suelo haya rocío.
Y dijo Jehová a Gedeón: Por medio de los trescientos hombres que lamieron el agua, yo os salvaré, entregando a Madián en tu mano: vuelva pues toda la demás gente cada cual a su lugar.
Mas los hombres de David le decían: Ya ves que estamos con miedo aquí en Judá, ¿cuánto más si fuéramos a Ceila a pelear contra las tropas de los Filisteos?
De manera que David fué con sus hombres a Ceila; y peleó contra los Filisteos, y llevóse sus ganados; y a ellos los hirió con gran destrozo: así salvó David a los habitantes de Ceila.
Y David consultó a Jehová, diciendo: ¿Seguiré tras de estos merodeadores? ¿podré alcanzarlos? Y le respondió: Persigue, que sin falta los alcanzarás, y con seguridad recobrarás la presa.