Mas los hombres de David le decían: Ya ves que estamos con miedo aquí en Judá, ¿cuánto más si fuéramos a Ceila a pelear contra las tropas de los Filisteos?
Si has corrido con hombres de a pie, y ellos te cansaron, ¿cómo contenderás con caballos? y si sólo en una tierra de paz estás confiado, ¿que harás en la braveza del Jordán?
Ved pues, e informaos de todos los escondrijos donde él acostumbra ocultarse, y volved a traerme la certeza: luego yo iré con vosotros; y será que si estuviere en la tierra, le buscaré con empeño entre todos los millares de Judá.
E iba Saúl por un lado del monte, y David con sus hombres por el otro lado: y David se fugó con zozobra, huyendo a causa de Saúl; pues Saúl y sus hombres iban cercando a David y sus hombres para apresarlos.
Por lo cual David consultó a Jehová otra vez más. Y respondió Jehová, diciendo: Levántate, desciende a Ceila; porque yo entregaré a los Filisteos en tu mano.