Y ACONTECIÓ después de esto que consultó David a Jehová, diciendo: ¿Subiré a alguna de las ciudades de Judá? Y respondióle Jehová: Sube. Y preguntó David: ¿A dónde subiré? Y él le dijo: A Hebrón.
Y consultó David a Jehová, diciendo: ¿Subiré contra los Filisteos? ¿los entregarás tú en mi mano? Y Jehová respondió a David: Sube, que de seguro entregaré a los Filisteos en tu mano.
Entonces David consultó a Dios, diciendo: ¿Subiré contra los Filisteos? ¿los entregarás tú en mi mano? Y Jehová le respondió: Sube, que los entregaré en tu mano.
Y él se presentará delante de Eleazar el sacerdote, quien inquirirá por él, por medio del Urim, delante de Jehová. Por su respuesta ha de salir, y por su respuesta ha de entrar, así él como todos los hijos de Israel juntamente con él; es decir, toda la Congregación.
Y ACONTECIÓ después de la muerte de Josué, que los hijos de Israel preguntaron a Jehová, diciendo: ¿Quién de nosotros subirá el primero contra el Cananeo, para hacerle guerra?
Mas los hombres de David le decían: Ya ves que estamos con miedo aquí en Judá, ¿cuánto más si fuéramos a Ceila a pelear contra las tropas de los Filisteos?
Por lo cual David consultó a Jehová otra vez más. Y respondió Jehová, diciendo: Levántate, desciende a Ceila; porque yo entregaré a los Filisteos en tu mano.
Y David consultó a Jehová, diciendo: ¿Seguiré tras de estos merodeadores? ¿podré alcanzarlos? Y le respondió: Persigue, que sin falta los alcanzarás, y con seguridad recobrarás la presa.