Entonces les dije cómo la mano de Dios había sido buena para conmigo, y también las palabras que el rey me había dicho. A lo cual ellos contestaron: ¡Levantémonos y edifiquemos! Con lo cual ellos fortalecieron sus manos para la buena obra.
Por cuanto habéis entristecido el corazón del justo con vuestras mentiras, a quien yo no he entristecido, y habéis robustecido las manos del inicuo, para que no se vuelva de su mal camino, a fin de que tenga vida;
Y David se vió en muy grande estrecho; porque trataba el pueblo de apedrearle; por cuanto estaba amargo el espíritu de la gente, cada cual a causa de sus hijos y de sus hijas: mas fortalecióse David en Jehová su Dios.