Entonces el sacerdote respondió a David, diciendo: No tengo pan común en mi poder, mas hay pan santo; --con tal que se hayan guardado los jóvenes a lo menos de mujeres.
La mujer también con quien se acostare el hombre que tuviere la emisión de simiente, una y otro sé lavarán con agua y quedarán inmundos hasta, la tarde.
y para hablar a los sacerdotes que estaban en la Casa de Jehová de los Ejércitos, y a los profetas, diciendo: ¿Debo yo seguir llorando en el mes quinto, separándome para ello, como lo he hecho estos tantos años?
No os defraudéis el uno al otro, a no ser con mutuo consentimiento, por algún tiempo, para dedicaros enteramente a la oración; y volved a estar juntos, no sea que os tiente Satanás por medio de vuestra incontinencia.
Y así le dió el sacerdote pan santo; pues no había allí otro pan, sino tan sólo panes de la proposición, los cuales se habían quitado de la presencia de Jehová, para volver a poner pan caliente en el día de quitarse los otros.