Y cuando vió José a sus hermanos, los conoció, mas se hizo extraño para con ellos, y les habló con dureza, diciéndoles: ¿De dónde habéis venido? Y ellos respondieron: De la tierra de Canaán, a comprar alimentos.
A lo cual respondió Jonatán: ¡Nunca te suceda tal! pues ¡Dios me pida cuenta de ello, si yo de cualquiera manera llegare a saber que el mal estuviera determinado de parte de mi padre, para traerlo sobre ti, y no te lo avisare!
Entonces respondió Nabal a los siervos de David, y dijo: ¿Quién es David, y quién el hijo de Isaí? En el día son muchos los siervos que se van dispersos, fugándose cada cual de la presencia de su señor.
¶Mas uno de los mozos lo refirió a Abigail, mujer de Nabal, diciendo: He aquí que David envió mensajeros desde el desierto a saludar a nuestro señor; mas él se precipitó sobre ellos como ave de rapiña.
Ahora pues considera y ve lo que has de hacer; que ya se ha determinado el mal contra nuestro señor y contra toda su casa; porque él es tan hijo de Belial que nadie le puede hablar.