HABÍA cierto hombre de Ramataim-zofim, de la serranía de Efraim, que se llamaba Elcana, hijo de Jeroham, hijo de Elíú, hijo de Tohú, hijo de Zuf, efrateo.
¶Y por la mañana madrugaron y adoraron delante de Jehová; luego regresaron y vinieron a su casa en Ramá. Y llegóse Elcana a Ana su mujer, y Jehová se acordó de ella.
ENTRETANTO el joven Samuel ministraba delante de Jehová, en presencia de Elí: y la revelación de Jehová era rara en aquellos días; las visiones no eran nada comunes.