A lo que dijo Saúl: Yo he pecado: ahora empero te ruego que me honres delante de los ancianos de mi pueblo, y delante de Israel, y vuelvas conmigo para que adore a Jehová tu Dios.
Dice pues el Señor: Por cuanto este pueblo se me acerca con su boca, y con sus labios me honran, pero alejan de mí su corazón, y su temor de mí es solo un mandamiento de hombres, cosa que se les ha enseñado;
A lo cual respondió Saúl: ¡Yo he pecado! Vuelve, hijo mío, David; que ya no más te haré mal; por lo mismo que fué preciosa mi vida en tus ojos hoy. He aquí que yo he obrado locamente y he errado muy gravemente.