¡Tuya, oh Jehová, es la grandeza, y el poder, y la gloria, y la victoria, y la majestad; porque todo cuanto existe en el cielo y en la tierra tuyo es! ¡Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú te ensalzas como cabeza sobre todas las cosas!
Yo Jehová lo he dicho; ya viene, y yo lo haré. No aflojaré, ni perdonaré, ni tampoco me arrepentiré; conforme a tus caminos, y conforme a tus hechos, te juzgaré, dice Jehová el Señor.
Jehová también rugirá desde Sión, y desde Jerusalem hará resonar su voz; y se estremecerán los cielos y la tierra: pero Jehová será refugio para su pueblo, y fortaleza para los hijos de Israel.
Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de Adam, para que mude de propósito. ¿Ha dicho él, y acaso no lo hará? ¿o ha hablado, y dejará de cumplir su palabra?
Y él me ha dicho: Bástate mi gracia; pues que mi poder se perfecciona en tu flaqueza. Por tanto yo muy gustosamente me gloriaré con preferencia en mis flaquezas, para que el poder de Cristo haga morada conmigo.
para que a causa de dos cosas inmutables, en las que es imposible que Dios mintiese, tengamos un poderoso consuelo los que hemos huído para refugiarnos en él echando mano de la esperanza puesta delante de nosotros;
(porque aquéllos en verdad han sido constituídos sacerdotes sin juramento, mas éste con juramento, de parte de aquél que dijo de él: Juró el Señor y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre;)