Aconteció pues que como oyese Ahías el sonido de sus pies cuando ella llegaba a la puerta, dijo: ¡Entra, mujer de Jeroboam! ¿para qué finges ser otra? pues yo te soy enviado con un recado duro.
Pues bien, presentaos ahora para que yo os arguya delante de Jehová, de todos los beneficios que Jehová ha hecho para con vosotros, y para con vuestros padres.
Dijo entonces Saúl: De los Amalecitas los han traído; pues tuvo el pueblo lástima de lo mejor de las ovejas, y de los bueyes, reservándolos a fin de ofrecerlos en sacrificio a Jehová tu Dios: pero lo restante lo destruimos completamente.
Samuel pues le dijo: ¿No eras pequeño en tus propios ojos cuando fuiste constituído cabeza de las tribus de Israel, y te ungió Jehová por rey sobre Israel?
Ellos iban bajando por el extremo de la ciudad, cuando Samuel dijo a Saúl: Di al mozo que pase delante de nosotros (y él pasó adelante); mas tú, le dijo, deténte por ahora, para que te haga oír una revelación que tengo de Dios.