A LO que respondió Eliseo: ¡Oíd el oráculo de Jehová! Así dice Jehová: Como a estas horas el día de mañana, el seah de flor de harina se venderá por un siclo, y dos seahs de cebada por un siclo, en la puerta de Samaria.
TOMÓ entonces Samuel una redoma de aceite, y derramólo sobre la cabeza de Saúl, y besándole, dijo: ¿No es por cuanto Jehová te ha ungido por príncipe sobre su herencia?
Si vosotros temiereis a Jehová, y le sirviereis, y escuchareis su voz, y no os rebelareis contra el mandamiento de Jehová, y permaneciereis, así vosotros como el rey que reina sobre vosotros, siguiendo en pos de Jehová vuestro Dios, bien:
Y Samuel respondió a Saúl: Te has portado neciamente; no has aguardado el mandamiento de Jehová tu Dios que él te impuso; pues que ahora Jehová hubiera establecido tu reino sobre Israel para siempre.
Como a estas horas el día de mañana te enviaré un hombre del país de Benjamín, a quien ungirás por príncipe sobre mi pueblo Israel, y él salvará a mi pueblo de mano de los Filisteos; porque he mirado propicio a mi pueblo, por cuanto ha llegado a mí su clamor.