Entonces respondió uno del pueblo, y dijo: Tu padre juramentó estrechamente al pueblo, diciendo: ¡Maldito aquel que comiere pan hoy! Y ya estaba exhausto el pueblo.
¶Empero los hombres de Israel estaban acongojados aquel día; porque Saúl había obligado al pueblo con juramento, diciendo: ¡Maldito aquel que gustare alimento hasta la tarde; para que yo tome venganza de mis enemigos! por lo cual no probó bocado ni uno del pueblo.
Mas Jonatán no había oído cuando su padre juramentó al pueblo; por lo cual extendió la punta de una vara que tenía en la mano, y la metió en un panal de miel, y se llegó la mano a la boca; y fueron aclarados sus ojos.
Entonces dijo Saúl a Jonatán: Manifiéstame lo que has hecho. Y se lo manifestó Jonatán, diciendo: Apenas gusté con la punta de la vara que había en mi mano, un poco de miel: ¡y he aquí, yo he de morir!