He aquí que ahora mismo estará escondido en algún hoyo, o en algún otro lugar; y va a suceder que al caer algunos de entre ellos, al principio de la refriega, quienquiera que lo oyere dirá: ¡Se hace estrago entre la gente que sigue a Absalom!
Entonces él llamó apresuradamente al mancebo su paje de armas, y le dijo: Saca tu espada y mátame, porque no digan de mí: Una mujer le mató. Traspasóle pues el mancebo, de modo que murió.
Y hubo temblor en el campamento, en el campo y entre toda la gente; y la guarnición y los merodeadores también temblaron; la tierra también se sacudió; de modo que vino a ser un temblor muy grande.