Por eso bajaban todos los Israelitas a donde había Filisteos para aguzar su reja, y su azadón, y su hacha, y su pico,
E hizo otro tanto en las ciudades de Manasés, y de Efraim, y de Simeón, y hasta Neftalí; en medio de sus desolaciones en derredor:
El hierro con hierro se aguza; y así el hombre aguza el semblante de su amigo.
Cuando afilare mi luciente espada, y mi mano empuñare el juicio, retribuiré la venganza a mis adversarios, y a los que me odian daré la recompensa.
¶Y no se hallaba herrero en toda la tierra de Israel; porque decían los Filisteos: No suceda que los Hebreos se hagan espadas o lanzas.
cuando se embotaron los picos, y los azadones, y las horquillas, y las hachas; y para componer los aguijones.