Y la sangre os servirá de señal en las casas en donde estuviereis; y yo veré la sangre, y os pasaré por alto, de modo que no habrá entre vosotros plaga destructora, cuando yo hiera la tierra de Egipto.
Y el arpa, y la viola, y el pandero, y la flauta, y el vino están en sus banquetes; mas la obra de Jehová no quieren mirar, ni consideran la obra de sus manos.
OS ruego pues, hermanos, por las compasiones de Dios, que le presentéis vuestros cuerpos, como sacrificio vivo, santo, acepto a Dios; culto racional vuestro.
ESTAS son las palabras del pacto que Jehová mandó a Moisés que celebrase con los hijos de Israel en la tierra de Moab, además del pacto que celebró con ellos en Horeb.
Llamó pues Moisés a todo Israel, y les dijo: Vosotros habéis visto todo lo que hizo Jehová delante de vuestros ojos en la tierra de Egipto, a Faraón, y a todos sus siervos, y a toda su tierra;
Ahora pues temed a Jehová, y servidle a él con sinceridad y en verdad; y desechad a los dioses que sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en Egipto, y servid a Jehová.