Mas he aquí a Saúl que venía del campo tras los bueyes. Y dijo Saúl: ¿Qué tiene el pueblo que llora? y le refirieron las palabras de los hombres de Jabés.
Mas Dios oyó la voz del muchacho; y el Ángel de Dios llamó a Agar, desde los cielos, y le dijo: ¿Qué tienes, Agar? No temas, porque Dios ha oído la voz del muchacho en donde está.
¶Él pues se fué de allí, y halló a Eliseo, el cual estaba arando; doce yuntas de bueyes iban delante de él, y él seguía con la duodécima. Y pasando Elías junto a él, le echó su manto encima.
HABÍA entonces un hombre de Benjamín, que se llamaba Cis, hijo de Abiel, hijo de Zeror, hijo de Becorat, hijo de Afía, benjamita, hombre esforzado y valeroso;