Entonces le decía Elcana su marido: Ana, ¿por qué lloras? ¿y por qué no comes? ¿y por qué se aflige tu corazón? ¿Acaso no te soy yo mejor que diez hijos?
Por lo cual le dijo Hazael: ¿Por qué llora mi señor? Y él respondió: Porque yo sé el mal que tú vas a hacer a los hijos de Israel: sus plazas fuertes entregarás a las llamas, y sus mancebos matarás a cuchillo, y estrellarás sus pequeñitos, y rajarás sus mujeres preñadas.
¡CANTA, oh estéril, tú que no dabas a luz hijos! ¡rompe en alabanzas y alza el grito, tú que nunca estuviste de parto! porque más son los hijos de la desolada que los hijos de la casada, dice Jehová.
Porque Jehová te ha vuelto a llamar coma a una mujer dejada, y afligida de espíritu; y como a una mujer, casada joven, cuando haya sido desechada, dice tu Dios.
Jesús le dice: Mujer, ¿por qué lloras? ¿a quién buscas? Ella, suponiendo que sería el hortelano, le dice: ¡Señor, si tú le has quitado de aquí, dime dónde le has puesto, y yo me lo llevaré!
¶Mas os exhortamos, hermanos, que amonestéis a los turbulentos, que alentéis a los de poco ánimo, que sustentéis a los débiles, y que seáis sufridos para con todos.