Mas Ana le repuso, diciendo: No, señor mío; mujer angustiada de espíritu soy; no he bebido ni vino ni licor fermentado, sino que he derramado mi alma delante de Jehová.
Acuérdome de estas cosas, y derramo mi alma dentro de mí; de cómo yo solía pasar adelante con el gentío, caminando con ellos a la Casa de Dios, con voz de alegría y de alabanza; entre la festiva gente.
Solamente vanidad son los hombres de humilde condición, mentira son los grandes; puestos en la balanza tienen que subir; ¡todos ellos juntos son menos que la vanidad!
QOPH.- ¡Levántate, clama de noche, al comienzo de las vigilias; derrama, como aguas, tu corazón ante la presencia del Señor! ¡levanta hacia él tus manos por la vida de tus pequeñitos que se desmayan a causa del hambre en las encrucijadas de todas las calles!
Congregáronse pues en Mizpa; y sacaron agua, y la derramaron delante de Jehová; y ayunaron aquel día, y allí decían: ¡Hemos pecado contra Jehová! Y Samuel comenzó a juzgar a los hijos de Israel en Mizpa.