Hizo asimismo el Pórtico del Trono, donde él había de juzgar, llamado también, el Pórtico del juicio; y cubrió las paredes de cedro desde el suelo hasta el techo.
Y oyó todo Israel el fallo que había dado el rey; y temieron todos delante de él: porque vieron que había en él sabiduría de Dios, para administrar justicia.
Da pues a tu siervo un corazón inteligente, para juzgar a tu pueblo, para poder distinguir entre el bien y el mal; porque ¿quién es capaz de juzgar este tu pueblo tan grande?
Y el Pórtico al frente del Templo de la Casa tenía veinte codos de largo, correspondiente al ancho de la Casa; y de diez codos era su anchura, al frente de la Casa.
Del aumento de su dominio y de su paz no habrá fin; se sentará sobre el trono de David y sobre su reino, para establecerlo, y para sustentarlo con juicio y justicia, desde ahora y para siempre. ¡El celo de Jehová de los Ejércitos hará esto!