Y dió en aquel día una señal, diciendo: Esta es la señal de que Jehová mismo ha dicho esto: he aquí que el altar será hecho pedazos, y se derramarán las cenizas que están sobre él.
Y aconteció que como el rey oyese el oráculo que el varón de Dios proclamó contra el altar en Bet-el, alargó Jeroboam la mano de junto al altar, diciendo: ¡Prendedle! Mas se le secó la mano que había extendido contra él; de modo que no pudo hacerla volver a sí;
Moisés y Aarón fueron pues a Faraón, e hicieron así como había mandado Jehová; porque Aarón echó en tierra su vara delante de Faraón y delante de sus siervos, la cual se convirtió en culebra.
Y esto, dice Jehová, os servirá de señal de que yo os castigaré en este lugar; a fin de que sepáis que serán establecidas segurísimamente mis palabras contra vosotros para mal: