Empero el rey Salomón respondió y dijo a su madre: ¿Y a qué propósito pides a Abisag la sunamita para Adonías? Pide antes para él el reino; puesto que es mi hermano, mayor que yo, sí, para él, y para el sacerdote Abiatar, y para Joab hijo de Sarvia.
¿No tienes allí contigo a los sacerdotes Sadoc y Abiatar? Por tanto ha de ser que todo lo que puedas oír, procedente de la casa del rey, se lo comunicarás a los sacerdotes Sadoc y Abiatar.
Asimismo Absalom envió y llamó a Ahitofel gilonita, consejero de David, desde su ciudad de Gilo, en tanto que él ofrecía los sacrificios. Y era fuerte la conspiración, porque iba creciendo por instantes el pueblo que seguía a Absalom.