¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo exterior de la copa y del plato, mientras que por dentro están llenos de rapacidad y exceso.
Y cuando éstos se opusieron, y blasfemaron, sacudiendo sus vestidos, les dijo: ¡Recaiga vuestra sangre sobre vuestra misma cabeza; yo estoy limpio! ¡desde ahora me voy a los gentiles!
teniendo honrosa vuestra manera de vivir en medio de los gentiles; a fin de que en aquello mismo en que hablan mal de vosotros, como de malhechores, ellos, a causa de vuestras buenas obras que vean, glorifiquen a Dios en el día de su visitación.
teniendo una buena conciencia; para que en aquello mismo en que dicen mal de vosotros, sean avergonzados los que vituperan vuestra buena manera de vivir en Cristo.
Mas aquéllos, como bestias irracionales, nacidas de propósito para ser cogidas y destruídas, dicen injurias contra lo que no entienden, y perecerán del todo en su misma corrupción,
Empero les ha sucedido aquello del refrán verdadero: ¡Volvióse otra vez el perro a su vómito, y la puerca que había sido lavada, volvió a revolcarse en el cieno!