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Referencias Cruzadas

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1 Juan 5:14

Biblia Version Moderna (1929)

Y esta es la confianza que tenemos para con él, que si pedimos algo conforme a su voluntad, él nos oye;

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26 Referencias Cruzadas  

he aquí que hago según tu palabra; he aquí que te doy un corazón tan sabio y entendido, que no haya habido otro como tú antes de ti, ni después de ti se levantará tu igual.

haciendo llegar delante de él el clamor del débil, y el clamor de los afligidos, que él siempre oye.

Cumplirá el deseo de los que le temen; oirá también su clamor, y los salvará.

¡Y fuí yo quien decía en mi alarma: Cortado estoy de delante de tus ojos! Sin embargo tú oías la voz de mis ruegos cuando clamaba a ti.

Clamaron los justos, y oyólos Jehová, y de todas sus angustias los sacó.

Porque Jehová escucha a los afligidos, y no desprecia a los que por él están en cadenas.

Lo que teme el inicuo eso vendrá sobre él; asimismo lo que desean los justos les será dado.

Jehová se aleja de los inicuos; mas oye la oración de los justos.

Clama a mí, que yo te responderé, y te mostraré cosas grandes y encubiertas, que tú nunca conociste.

y todo cuanto pidiereis en la oración, creyendo, lo recibiréis.

Y yo sabía que me oyes siempre, mas a causa de la multitud que está presente, lo dije, para que ellos crean que tú me has enviado.

Y todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, eso haré yo, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.

Si moráis en mí y mis palabras moran en vosotros, pediréis cuanto quisiereis, y os será hecho.

Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre: pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea completo.

Sabemos que Dios no oye a los pecadores; mas si alguno teme a Dios y hace su voluntad, a éste oye.

en quien tenemos libertad de palabra y acceso a Dios con confianza, por medio de nuestra fe en él.

No desechéis pues esta vuestra confianza, que tiene una grande remuneración.

porque hemos venido a ser participantes de Cristo, si retenemos firme el principio de nuestra confianza hasta el fin;

mas Cristo lo era, como hijo, constituído sobre la casa del Señor; cuya casa somos nosotros, si retenemos firme el denuedo y el regocijo de nuestra esperanza, hasta el fin.

pedís y no recibís, porque pedís con mala intención, para gastar en vuestros placeres.

Confesad pues vuestros pecados los unos a los otros, y orad los unos por los otros, para que seáis sanados. Mucho puede la suplica ferviente del hombre justo.

¶Y ahora, hijitos, permaneced en él; para que cuando fuere manifestado, tengamos confianza, y no seamos avergonzados delante de él en su venida.




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