sufriéndoos los unos a los otros, y perdonándoos los unos a los otros, si alguno tuviere queja contra otro; así como el Señor también os ha perdonado, haced así también vosotros.
¶Amados míos, ningún mandamiento nuevo os escribo, sino el mandamiento antiguo que habéis oído desde el principio: aquel mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído.
Y ahora ruégote, señora, no como si te escribiera algún mandamiento nuevo, sino aquel mismo que hemos tenido desde el principio, que nos amemos los unos a los otros.