¶Cuando pecaren contra ti (pues no hay hombre que no peque), y tú te airares contra ellos, y los entregares en poder de sus enemigos, de modo que éstos los llevaren cautivos a la tierra del enemigo, sea lejos o cerca;
De nuevo le dijo: ¿Qué han visto en tu casa? A lo que dijo Ezequías: Todo cuanto hay en mi casa lo han visto; no hay cosa entre mis tesoros que no les haya mostrado.
¶Cuando pecaren contra ti (porque no hay hombre que no peque), y tú te airares contra ellos, y los entregares en poder de sus enemigos, de modo que éstos los llevaren cautivos a tierra cercana o lejana;
Nosotros todos, como ovejas, nos hemos extraviado; nos hemos apartado cada cual por su propio camino; y Jehová cargó sobre él la iniquidad de todos nosotros.
Pues nosotros todos somos como cosa inmunda; y como trapos asquerosos son todas nuestras justicias; y todos nosotros nos marchitamos como una hoja, y nuestras iniquidades, como el viento, nos han arrebatado.
Y con todo has dicho: Inocente soy; ciertamente su ira se ha apartado de mí. He aquí que estoy para entrar en juicio contigo, por cuanto dices: No he pecado.
Empero si hubiere cundido mucho la lepra supuesta en la piel, de modo que la lepra cubriere toda la piel del llagado desde la cabeza hasta los pies, en todo lo que alcanzaren a ver los ojos del sacerdote;
Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre quaréis cumplir. Él fué homicida desde el principio, y no permaneció en la verdad, por cuanto no hay verdad en él. Cuando dice una mentira, de lo suyo habla, porque es mentiroso, y padre de mentiras.
sufriendo mal como la recompensa del mal hacer; hombres que reputan como una delicia el andar en disoluciones de día: manchas son y borrones, solazándose en sus engaños, mientras banquetean con vosotros;
Si alguno dice: Yo amo a Dios, y odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto.