¿Quién jamás sirve como soldado a sus propias expensas? ¿quién planta una viña, y no come de su fruto? ¿o quién pastorea un rebaño, y no se alimenta de la leche del rebaño?
Mi viña, la que es mía propia, está delante de mí: los mil siclos serán para ti, ¡oh Salomón! y doscientos deben de ser para los guardaron el fruto de ella.
y será que a causa de la abundancia de la leche que den, comerá requesones; porque requesones y miel comerán todos los que fueren dejados en la tierra.
Mirad por vosotros mismos, y por toda la grey, sobre la cual el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para pastorear la iglesia de Dios, la cual él adquirió para sí con su misma sangre.
¿Y quién es el hombre que ha plantado una viña, y no ha gozado todavía de su primer fruto? Váyase y vuelva a su casa; no sea que muera en la batalla, y otro hombre goce su primer fruto.
¶Este mandamiento te encomiendo, hijo mío, Timoteo, conforme a las profecías que pasaron antes respecto de ti, a fin de que, en conformidad con ellas, milites la buena milicia,
Pelea la buena pelea de la fe; echa mano de la vida eterna, a la cual has sido llamado, y has confesado la buena confesión, delante de muchos testigos.
Pastoread la grey de Dios que está entre vosotros, ejerciendo la superintendencia, no de necesidad, sino con buena voluntad que sea según Dios; ni por torpe ganancia, sino de ánimo pronto;