Ahora pues, es ya una culpa grave entre vosotros, el que tengáis pleitos unos contra otros. ¿Por qué no sufrís antes la injusticia? ¿por qué antes no permitís que seáis defraudados?
Mas Zaqueo se puso en pie, y dijo al Señor: He aquí, la mitad de mis bienes, Señor, la doy a los pobres; y si he defraudado a cualquiera con falsía, se lo devuelvo con los cuatro tantos.
no volviendo mal por mal, ni ultraje por ultraje, sino al contrario, bendiciendo a vuestros enemigos; porque para esto mismo fuisteis llamados, para que heredaseis bendición.