Si pues tuviereis pleitos respecto de las cosas de esta vida, poned por jueces a los que son de menos estimación en la iglesia.
Porque ¿qué tengo yo que ver con juzgar a los de afuera? ¿No juzgáis vosotros a los de adentro?
¿No sabéis que juzgaremos a ángeles? cuánto más las cosas de esta vida.
Os lo digo para vergüenza vuestra. ¿Es así que no puede hallarse entre vosotros ningún hombre sabio, que sea capaz de juzgar entre sus hermanos,