Y poniéndose en pie uno de ellos, llamado Agabo, dió a conocer, por el Espíritu, que había de haber una grande hambre por todo el mundo habitado, la cual sucedió en días de Claudio César.
¶Os exhorto, hermanos (pues conocéis la casa de Estéfanas, y sabéis que ellos son las primicias de Acaya, y que se han consagrado al servicio de los santos),
Por esto envié a vosotros a Timoteo, el cual es mi hijo amado, y fiel en el Señor; quien os recordará mis caminos en Cristo, así como yo los enseño por todas partes, en cada iglesia.
porque no es injusto Dios, para olvidarse de vuestra obra, y del amor que habéis mostrado hacia su nombre, en haber asistido a los santos en sus necesidades, y en asistirlos aún.
Pero aquel que tiene bienes de este mundo, y ve a su hermano padecer necesidad, y cierra contra él sus entrañas de conmiseración, ¿cómo podrá habitar el amor de Dios en él?