He aquí que estas cosas son los bordes, no más, de sus caminos; pero ¡cuán leve es el susurro que hemos oído de él! y el trueno de su poder ¿quién lo puede comprender?
¡Muchas maravillas has hecho tú, oh Jehová, Dios mío! y a tus pensamientos hacia nosotros, no es posible ponerlos en orden ante ti: yo querría anunciarlos, y hablar de ellos; pero pasan toda numeración.
¿Quién ha ascendido al cielo y ha descendido? ¿quién ha recogido el viento en sus puños? ¿quién ha atado las aguas en su vestido? ¿quién ha hecho estables todos los términos de la tierra? ¿Cuál es su nombre, y cuál el nombre de su hijo, si tú lo sabes?
Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre; ni al Padre conoce nadie, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quisiere revelar.
Porque ahora vemos obscuramente, como por medio de un espejo, mas entonces, cara a cara; ahora conozco en parte, pero entonces conoceré así como también soy conocido.
mas, según está escrito:Cosas que ojo no vió, ni oído oyó, y que jamás entraron en pensamiento humano —las cosas grandes que ha preparado Dios para los que le aman.
Amados míos, ahora somos hijos de Dios; y todavía no ha sido manifestado lo que hemos de ser; sabemos empero, que cuando él fuere manifestado, nosotros seremos semejantes a él, porque le veremos tal como es.