Como es la ofrenda por el pecado, así también es la ofrenda por la culpa; las dos tienen una misma ley: será del sacerdote que hace la expiación con ella.
y padre de la circuncisión, a los que no son de la circuncisión solamente, sino que también andan en los pasos de aquella fe de nuestro padre Abraham, que él tenía, estando en incircuncisión.
¶No podrás comer dentro de tus puertas el diezmo de tu trigo y de tu vino y de tu aceite, ni los primerizos de tus vacadas y de tus rebaños, ni ninguno de los votos que hubieres prometido, ni tus ofrendas voluntarias, ni las ofrendas alzadas de tu mano;