porque como el relámpago, cuando relampaguea desde el un extremo debajo del cielo, resplandece hasta el otro extremo debajo del cielo, así también será el Hijo del hombre en su día.
¿Quién eres tú que juzgas al siervo ajeno? para con su propio señor está en pie o cae. Mas será mantenido firme, porque poderoso es el Señor para mantenerle firme.
¶Y al que es poderoso para haceros estables, según mi evangelio y la predicación de Jesucristo, conforme a la revelación del misterio que por tiempos eternos fué guardado en silencio,
la obra de cada cual será puesta de manifiesto; porque el día la declarará, pues que en fuego es revelado; y el fuego mismo probará la obra de cada cual, qué tal sea.
según también nos habéis reconocido a nosotros, en parte, que somos vuestro regocijo, así como también vosotros seréis el nuestro, en el día de nuestro Señor Jesús.
a fin de fortalecer vuestros corazones, de modo que sean irreprensibles en santidad, delante de nuestro Dios y Padre, en la venida de nuestro Señor Jesús con todos sus santos.
que no os dejéis mover con ligereza del aplomo de vuestra mente, ni seáis perturbados, ni por medio de supuesto espíritu de profecía, ni por medio de mensaje, ni por medio de epístola, que se supone remitida por nosotros, como si estuviese inmediato el día del Señor.
Por causa de lo cual también padezco estas cosas; sin embargo, no me avergüenzo; porque yo sé a quien he creído, y estoy seguro que él es poderoso para guardar mi depósito hasta aquel día.
Y el Dios de toda gracia, que os ha llamado a su eterna gloria en Cristo, después que hayáis sufrido por un poco de tiempo, él mismo os perfeccionará, os afirmará, os fortalecerá.
Vendrá empero el día del Señor como ladrón; día en que los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos serán disueltos con ardiente calor; la tierra también y las obras que hay en ella serán abrasadas.