Noemí tomó al niño, lo puso en su regazo y fue su nodriza.
El niño será para ti consuelo y amparo en tu vejez, pues te lo ha dado tu nuera que tanto te ama y es para ti mejor que siete hijos'.
Las vecinas decían: 'A Noemí le ha nacido un hijo'. Y lo llamaron Obed, que fue el padre de Jesé, padre de David.