Luego Esaú alzó los ojos, y al ver a las mujeres y a los niños preguntó: '¿Quiénes son esos que traes contigo?'. Jacob respondió: 'Son los hijos que Dios ha dado a tu siervo'.
Los hartos se contratan por un poco de pan, mientras que los hambrientos ya no se fatigan. La mujer estéril tiene siete hijos, y la madre fecunda se marchita.