Pero si el hermano no quiere casarse con su cuñada, ésta se presentará en las puertas de la ciudad a los ancianos y les dirá: Mi cuñado no quiere mantener vivo en Israel el nombre de su hermano; no quiere cumplir conmigo sus deberes de cuñado.
El homicida huirá a una de estas ciudades, se detendrá a la entrada de la puerta de la ciudad y expondrá su caso a los ancianos de la ciudad. Éstos lo recibirán y le asignarán una casa para que viva con ellos.
Absalón se levantaba pronto, se ponía junto al camino que lleva a la puerta y, cuando un hombre tenía un pleito que le llevaba ante el rey para el juicio, le llamaba y le decía: '¿De qué ciudad eres?'. Él respondía: 'Tu servidor es de tal tribu de Israel'.
El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, estaban sentados en sus tronos, con sus vestiduras regias, y ante ellos todos los profetas en trance de profetizar.
Cuando los dos ángeles llegaron a Sodoma, al atardecer, Lot estaba sentado a la puerta de la ciudad. Al verlos se levantó, fue a su encuentro, se postró rostro en tierra