Noemí le dijo: 'Estáte tranquila, hija mía, hasta que sepas en qué para la cosa, pues este hombre no descansará hasta haber resuelto el asunto'.
Por eso, esto dice el Señor Dios: He aquí que pongo de cimiento en Sión una piedra probada, una piedra angular, preciosa, bien asentada. El que crea, no vacilará.
El apoyo de Egipto será vano y vacío; por eso yo le llamo el monstruo perezoso.
y añadió: 'Mira, me dio estas seis medidas de cebada y me dijo: No quiero que vuelvas a casa de tu suegra con las manos vacías'.
Booz subió a la puerta de la ciudad y se sentó. Cuando pasó el citado pariente le dijo: 'Oye, ven acá y siéntate'. Se acercó y se sentó.