Ella durmió a sus pies hasta la mañana, levantándose antes de que pudiesen distinguirse las personas. Booz le había dicho: 'Que no se sepa que una mujer ha venido a la era'.
Comportaos ejemplarmente en medio de los paganos, para que lo mismo que os calumnian como malhechores, al ver vuestras buenas obras glorifiquen a Dios el día que venga a visitarlos.
Después añadió: 'Quítate el manto que te cubre y sosténlo'. Ella lo sostuvo, y le echó seis medidas de cebada; se las echó a cuestas, y entró en la ciudad.