Pero sus criados se le acercaron y le dijeron: 'Padre nuestro, si el profeta te hubiera mandado una cosa difícil, ¿no la habrías hecho? ¡Cuánto más habiéndote dicho: Lávate y quedarás limpio!'.
Por segunda vez lo llamó el Señor: '¡Samuel!'. Y Samuel se levantó, fue adonde estaba Elí y le dijo: 'Aquí estoy, pues me has llamado'. Elí respondió: 'No te he llamado; vuelve a acostarte, hijo mío'.
Me ha pedido que la deje espigar detrás de los segadores, y desde que entró en el campo ha estado, desde esta mañana hasta ahora, sin descansar ni siquiera un instante'.
Fíjate en el campo donde siegan y ve detrás de ellos. Voy a dar órdenes a mis criados para que no te molesten. Y cuando tengas sed, te vas al hato y bebes de lo que beban ellos'.