les dijo: 'Ea, volveos a la casa de vuestra madre; que el Señor tenga con vosotras la misma fidelidad que habéis tenido con nuestros difuntos y conmigo.
Noemí exclamó: 'Que el Señor te bendiga; el Señor que es ahora bueno con nosotros, como antes lo fue con los muertos. Ese hombre es pariente nuestro, uno de los que tienen derecho de levirato sobre nosotras'.