Guarda mis preceptos y vivirás; que sea mi enseñanza como la niña de tus ojos.
guárdame como a las pupilas de tus ojos, escóndeme a la sombra de tus alas,
Observaréis mis preceptos y mis leyes, pues el que los cumpla encontrará la vida en ellos: yo, el Señor.
Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que os mando.
Él me instruía diciéndome: 'Que tu corazón guarde mis palabras, observa mis preceptos y vivirás.
El que conoce mis mandamientos y los guarda, ése me ama; y al que me ama lo amará mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él'.
Prestad oído y venid a mí; escuchad y vivirá vuestra alma. Haré con vosotros un pacto eterno, según la fiel promesa que hice a David.
Mantén la disciplina, no la dejes; guárdala porque ella es tu vida.
Encontró a su pueblo en el desierto, / en la soledad rugiente de la desolación. / Lo abrazó y se cuidó de él; / lo guardó como la niña de sus ojos.
Dichosos los que lavan sus vestidos para tener derecho al árbol de la vida y a entrar en la ciudad por las puertas.
y le dijo: Corre y di a este joven: Jerusalén será una ciudad abierta a causa de la cantidad de hombres y animales que habrá en ella.
nunca se aparten de tus ojos; guárdalas en el fondo del corazón,
tus decretos son la justicia definitiva, hazme inteligente y viviré.
Jeremías respondió: 'No te entregarán a ellos. Escucha la voz del Señor que yo te he referido y te resultará bien: Salvarás tu vida.