Los hombres rectos son guiados por su integridad, y los pérfidos son destruidos por su propia malicia.
La justicia protege el camino del hombre íntegro, el delito causa la ruina del delincuente.
El que observa una conducta íntegra será salvo, el que sigue caminos tortuosos en uno caerá.
La insensatez del hombre tuerce su camino, y luego su corazón se irrita contra el Señor.
De David
La integridad y la rectitud me guardarán, pues en ti, Señor, he puesto mi esperanza.
El que quiera hacer la voluntad de Dios conocerá si mi doctrina es de Dios o si hablo por mi cuenta.
No seas injusto en demasía, y no seas necio; ¿para qué morir antes de tiempo?
La justicia de los hombres rectos les allana el camino, pero el injusto cae por su injusticia.
Los rebeldes y los pecadores serán a una destrozados, y aquellos que se alejen del Señor perecerán.
La rapiña de los delincuentes les hace caer en la red, porque se niegan a practicar la justicia.
Pero los que practican la injusticia serán arrancados de la tierra, y los pérfidos extirpados de ella.
Los ojos del Señor guardan la ciencia, él confunde las palabras del mentiroso.
Mataron además a los reyes de Madián, Eví, Requen, Sur, Jur y Reba, cinco reyes de Madián. Pasaron también al filo de la espada a Balaán, hijo de Beor.