no dejarán nada para la mañana siguiente ni romperán ninguno de sus huesos; se ajustarán en todo al rito pascual.
Todo esto sucedió para que se cumpliera la Escritura: No le quebrarán hueso alguno.
Se comerá toda en la misma casa; de sus carnes no sacaréis nada fuera de ella, ni romperéis ninguno de sus huesos.
No dejaréis nada de él para la mañana siguiente; si queda algo, lo quemáis.
El Señor dijo a Moisés y a Aarón: 'Ésta es la ley de la pascua: ningún extranjero podrá comerla.
La celebrarán el día catorce de este mes, conforme a las leyes y a los ritos que a ella se refieren'.
Esa misma noche comeréis la carne asada al fuego, con panes sin levadura y hierbas amargas.
La nube del Señor se posaba de día sobre el tabernáculo, y durante la noche brillaba como fuego a la vista de toda la casa de Israel en todas las etapas del viaje.