Ofreció una bandeja de plata de kilo y medio de peso; un jarrón de plata de ochocientos cincuenta gramos según el peso del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda;
Ella, instigada por su madre, le dijo: 'Dame ahora mismo en una bandeja la cabeza de Juan Bautista'.