Ofreció una bandeja de plata de kilo y medio de peso; un jarrón de plata de ochocientos cincuenta gramos según el peso del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda;
Se llevaron también las ollas, las paletas, los cuchillos, los aspersorios, los acetres y todos los demás utensilios de bronce utilizados para el culto.