'Cuando tengáis que entrar en la tienda de la reunión, no beberéis vino o bebida embriagante ni tú ni tus hijos, y no moriréis. Es ley perpetua para vuestras generaciones,
'Cuidad de que vuestros corazones no se emboten por el vicio, la borrachera y las preocupaciones de la vida, y caiga de improviso sobre vosotros este día
se trata de normas externas referentes a los alimentos, a las bebidas y a los ritos purificatorios, válidos solamente hasta el establecimiento del nuevo orden de cosas.