Comenzará de nuevo el tiempo de su nazireato y ofrecerá un cordero de un año en sacrificio por el pecado; no contará el tiempo pasado, por haber sido profanado su nazireato.
y presentará al Señor, en calidad de reparación por el pecado cometido, una hembra de ganado menor, oveja o cabra, en sacrificio por el pecado. El sacerdote hará sobre él el rito de absolución y se verá libre de su pecado.
Igualmente, si el justo se aparta de su justicia, comete la injusticia, según las acciones detestables cometidas por el criminal, ¿podrá vivir? No se recordará nada de toda la justicia que había practicado. Por la infidelidad y por el delito que ha cometido morirá.
Si no está en su mano ofrecer ganado menor, presentará al Señor, como reparación por el pecado cometido, dos tórtolas o dos pichones, uno como sacrificio por el pecado y otro en holocausto.
El sacerdote ofrecerá uno de ellos en sacrificio por el pecado, y otro en holocausto; a continuación hará sobre este hombre el rito de absolución del pecado cometido al tocar el cadáver. El mismo día el nazireo consagrará su cabeza al Señor.