Cuando una mujer, joven todavía, que habita en casa de su padre, hace un voto al Señor o se compromete formalmente con juramento,
Si un hombre hace un voto al Señor o se obliga con juramento a alguna cosa, no faltará a su palabra; todo lo que haya salido de su boca, lo cumplirá.
si el padre, al conocer el voto o la obligación contraída, no dice nada, todos sus votos son válidos, lo mismo que todas las obligaciones que haya contraído.