El segundo cordero lo ofrecerás entre dos luces; lo harás con las mismas ofrendas de pan y de vino de la mañana, como sacrificio quemado, de olor agradable, en honor del Señor'.
Lavará con agua las entrañas y las patas, y el sacerdote lo quemará todo sobre el altar: es un holocausto, una ofrenda quemada, un perfume agradable al Señor.
Lavará con agua las entrañas y las patas, y el sacerdote lo quemará todo sobre el altar: es un holocausto, una ofrenda quemada, un perfume agradable al Señor.
Partirá el animal en dos mitades, un ala por cada lado, sin separarlas totalmente, y el sacerdote lo quemará sobre la leña que arde encima del fuego que está sobre el altar: es un holocausto, una ofrenda quemada, un perfume agradable al Señor.